Mi esposo y yo formamos una familia muy jóvenes, yo tenía 20 años y él 22. Al tener a nuestra primera hija implicó que los dos dejáramos nuestros estudios y nos dedicáramos a trabajar; con el paso del tiempo tuvimos tres hijos, teniendo grandes responsabilidades y sin una carrera, las opciones que teníamos eran muy pocas, los dos atrapados en trabajos que no nos gustaban y de jornadas completas, y aún así no teníamos la vida que queríamos, sin ver a nuestros hijos en todo el día por estar trabajando.
Cambié a un trabajo de medio tiempo para pasar más tiempo con ellos, pero la ayuda que aportaba económicamente a la casa era muy poca. Nosotros ya conocíamos Isagenix® años atrás, pero jamás nos interesamos mucho por generar el negocio, hasta que un día le dimos el si, a partir de esto todo cambio, me empecé a sentir llena de energía, empecé a compartirlo con la gente que me rodea y me di cuenta que estaba generando más en Isagenix® que en mi trabajo de medio tiempo. Al mes decidí renunciar, y dedicándole sólo la mitad del día empecé a generar muchísimo más de lo que creía que podría ganar.
Ahora tengo más energía y más tiempo de calidad para mis hijos y para mi esposo; ¡Gano mucho más y trabajo menos! Para mi Isagenix® cambió por completo mi vida no me canso de decírselo a la gente con la que lo comparto.
Mi mayor satisfacción es que les estoy dando una mejor vida a mis hijos en todos los sentidos ¡Gracias Isagenix®!