¡Feliz Día de Muertos!

Así es, es un día de alegría más que de tristeza porque pronto llegarán de visita los familiares que partieron al más allá y para recibirlos con cariño estamos preparando ofrendas ¿La tuya ya está lista?
La costumbre de poner ofrendas tiene su origen en el México prehispánico, que no se hacía en una fecha específica como se acostumbra hoy, sino cada vez que alguien moría.

La tradición consistía en realizar una ceremonia durante 4 días para despedir y acompañar al difunto en su camino al Mictlán (el lugar de los muertos), tiempo durante el cual se lava el cuerpo con hierbas aromáticas, se le vestía con sus mejores ropas, se le cantaba.

Al final de los ritos eran enterrados con vasijas con alimentos, agua, y con un perro xoloitzcuintle,
que se creía sería su guardián y guía en su viaje al inframundo.
Por su parte los españoles celebraban el 1 de noviembre el Día de todos los Santos y el 2 de noviembre el Día de los fieles difuntos, tradición de raíces, celtas, romanas y católicas.
Después de la conquista, durante el siglo XVI, ambas creencias se fusionaron para dar vida a la Celebración del Día de Muertos que conocemos en la actualidad.
A lo largo de la historia se han ido incorporando elementos, como las calaveritas literarias, que fungieron como un medio de expresar a través de la sátira la inconformidad de la sociedad ante las acciones del gobierno desde la época colonial hasta la revolución, el ilustrador y caricaturista Guadalupe Posada es el máximo representante de este tipo de arte.
En la actualidad esta mágica tradición sigue evolucionando, pero su esencia consiste en que una vez al año los difuntos regresan al mundo de los vivos para convivir con sus seres amados; el 1ero de noviembre se espera la llegada de los angelitos, las niñas, niños y jóvenes menores de 18 años y el 02 de los adultos.
Lo elementos de la ofrenda que no pueden faltar son: las fotografías, la comida y bebidas favoritas de los difuntos, agua para aliviar su sed después del largo camino y flores de cempaxúchitl que representa la luz del sol y trazan el sendero del regreso a casa, y las veladoras que se encienden por las noches para evitar que pierdan el camino a casa.
Parte del bienestar es compartir momentos en familia y amigos, así que este Día de Muertos en compañía de los que amas recuerda con cariño a los que han partido y diviértete poniendo tu ofrenda y creando calaveritas literarias, aquí te dejamos una de la autoría de Isagenix.

Ahí venía el tío Titino cansado de tanto caminar, pero agarraba fuerzas nomás de recordar
el manjar que se iba encontrar, cuando a su ofrenda llegó una gran desilusión se llevó, para
desayunar un tazón de Shake se encontró, refunfuñando dijo: y ahora esto qué, bueno,
tiene buen ver me lo voy a comer. Cuando lo probó, sorprendido quedó de su sabor y la
gran energía que sintió, pensó, si esto hubiera existido en mis tiempos ahora estaría bien
vivo.